
Al final de todo lo que vivimos
nos descubriremos una tarde
hablando con símbolos extraños
tratando de decir algo que sabemos nadie comprenderá
excepto nosotros
Seremos como dioses caducos
como ancianos a los que hay que temer
poseídos por algo que nadie quiere reconocer
pero que saben real
y allí seremos también nuestras pesadillas eternas
esas que han seguido constantemente nuestras huellas
vida tras vida
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