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la literatura es vida

sábado, 26 de octubre de 2013



LA CIUDAD PERDIDA

La ciudad perdida es una habitación de cuatro muros
cuyas ventanas te muestran  un sitio que no imaginas

Ingresas por una puerta invisible
y sales por otra que nunca ves

Comprendes en ese instante no ser el mismo que ingresó
por donde entraste
que te encuentras a megakilómetros luz de donde estás ahora
que es un sitio antiguo
otra dimensión
que el tiempo se ha curvado
que el espacio no es lo que creías
que todo aquello cuanto eras quedó atrás
sin dolor
muy lejos de ti
como un sueño de siglos
como un retrato en blanco y negro
como un sueño remoto
que sin embargo permanece intacto en algún sitio que no recuerdas
pero que sabes existe

La ciudad perdida -ahora sabes-
no está fuera ya de ti
sino en ti
que la portas y comportas donde vayas
que en realidad podrías ser  tú

Solo
en medio de la nada entiendes
que la vida
esta vida
no lo es todo
que hay algo más allá de ti
que detrás de las cortinas por la tarde
una silueta o algo se mueve
independiente de ti
que no existe la muerte
que nos enseñaron mal las muertes
que las fronteras son sólo ilusiones
informándote que tras ellas
comienzan nuevas cosas
nuevos encuentros
nuevas vidas
nuevos mundos
nuevos amores
nuevas despedidas
nuevas historias
otras ciudades
y también otras muertes


La ciudad perdida
es una vieja escuela
con muchas salas vacías esperando por ti
con los amigos de la infancia
con aquellos que decidieron buscarla antes
con los que se resisten a percibirla y encontrarla

Llegas a ella a través de una puerta que nunca viste
pero sólo puedes salir a través de ti
por alguna de ambas caras del espejo
que al regreso te convence
de ser alguien más que tú

Todos somos la ciudad perdida
solos en medio de una muchedumbre ruidosa

Unicos e impolutos

En medio de seres oscuros y confundidos
ciegos y tropezantes

Tú eres una ciudad perdida

Tú eres tu ciudad perdida

El que ha perdido la puerta de regreso
el que ha querido extraviar por un instante su clave
con el único fin de contemplar el bullir humano

Con el sólo fin de hundirse un poco en la materia
de asomarse al borde del abismo
de sentir el vacío
la náusea
la tentación
el filo atrayente de la navaja vital

Aquella que no te está permitido tocar
sin anularte

La ciudad perdida es una vieja casona en medio del bosque

Eres tú mismo en medio de tu zozobra
tras  lo que buscas sin buscar a cada instante
para tus próximos viajes
comprendiendo que sabes más de lo que crees saber
iluminando tu propia oscuridad

Eres lo que extraviaste en aquella oportunidad
bajo un cielo oscuro y lejanísimo

Eres tú y muchas cosas más

Tu ciudad perdida
está hoy aquí
frente al umbral de tu puerta
respira impaciente ante tu duda
y no te comprende

Pero no viene a buscarte
espera que regreses al principio
desde donde vienes

Pero sin saber que la puerta de entrada que dejaste atrás
está en un sitio al no regresarás aún




LA LLEGADA

Los siglos pasaron día por día
ventana tras ventana

Piel sobre piel
nuestros cuerpos se secaron
bajo la fuerza mística  de las auroras
entre el cielo y el infierno

Allí la bestia fecundaba
nuestro propio suelo
riendo a carcajadas
sin darnos cuenta
arrastrándose
como un largo lagarto transparente
etéreo

Seminal

Maldito

Allí como una mentira fui muriendo
a los ecos ingrávidos
hasta quedar convertido en  una
brizna de polvo ínfimo adosado a a las paredes

Algo entonces se rompió
Una muchedumbre enloquecida
de manos y de ojos tal vez 
de  mares y de sangre 
se derramaron sobre mi

(Del Ciudadano de dos mundos)

viernes, 25 de octubre de 2013


































SELECCION DE  LA LOCA HISTORIA DE LA CAROL DAYANA

I

Creo haberte visto en algún sitio
sé que nuestras miradas en algún lugar remoto
se cruzaron por un breve instante
y algo allí quedó archivado
transversalmente

-Las noches en Temuco
son tan peligrosas como en Manhattan, eso yo lo sé
sin embargo, mientras más al sur
los recuerdos de vidas pasadas
son aún más prístinos
y verosímiles-

No fue aquí -por cierto-
pero fue
en medio de alguna multitud de mutantes confundidos
en medio de una turba de transeúntes
de transitorios que no entienden su transitoriedad
sé que tu mirada es de las que te persiguen vida tras vida
aunque no estemos vivos

II


yo lo sé
una historia es una historia
no puedes pedir otra cosa
las reglas están dadas
la verdad no existe
la libertad no existe
el amor bastardo no existe
en realidad no estoy tan seguro de que nosotros existamos
-o hay un serio problema con el concepto-

Toma tus cosas y busca
vete a la India o al Tíbet y busca
al parecer las cosas son más simples allá

Se miran el ombligo
se pajean con los números y los símbolos
hasta con la frecuencia musical
se autohipnotizan
buscan respuestas en las entrañas de las aves
excepto en las mentes afiebradas de quienes quieren devorarte
buscan allá lo que no existe allá ni acá

Buscan lo que te falta para entender que nada es real

III

La partida nos disparó
a un futuro rasgado y nebuloso

Como caballos alados
lanzados al vacío
en cuyas profundidades
nos esperaban bestias

Siempre estuvimos sedientos de una luz
de un tipo especial de luz
buscábamos morder esa luz
y morder
y morder
masticar algo sólido que nos quitara ese dolor
que se ubica entre los dientes
los oídos y el cerebro

Estábamos presos de los otros
de los otros y sus invenciones
Crecimos en un mundo raro
en donde todo estaba cambiando para peor
en donde las fotos en blanco y negro
eran la moda turgente y peligrosa
consumible y desechable
finita
que esperaba en casa luego de las cinco

En la cama viendo TV
ocultando lo que hay detrás del telón

Yo tuve un don
fui muchas cosas
fui hombre y mujer
ambas me fueron otorgadas por igual como un privilegio
al que sólo los elegidos acceden

Aunque el resto no lo entendería jamás

Aunque me persiguieran día tras día
para llevarme a la hoguera

Aunque me abandonaran a la deriva
de algo insulso y doloroso
y me clavaran las dagas cada segundo
de la misma manera
sin fin