SOBRE LOS CUERPOS

I

CUERPOS


Los cuerpos son palabras no dichas

Los cuerpos son ventanas
-se caen con el tiempo-

Los cuerpos son amaneceres en otro sitio

Fantasmas de carne y hueso en medio de una ciudad oscura y olvidadiza

Los cuerpos

Nuestros cuerpos

No importa que floten sobre un río

No importa si están mutilados o presentan esquimosis

Los cuerpos al final de todo son anclas

Libertades con elástico


II


CUERPOS Y LA CIUDAD DEL MIEDO


Nuestros cuerpos que flotan en el rio
nuestros cuerpos que flotan en el mar

Nuestros cuerpos que flotan en el aire

Burbujas huecas

Nuestros cuerpos descorporeizados y desaparecidos

Uvas secas

La historia de siempre y de todos nosotros
de la que esta vez nos toca ser protagonistas en primer plano

La videósfera sangrienta e hipnótica en todo su esplendor

La película en blanco y negro que nunca quisimos ver en vida

Aquella que nos obligaba a taparnos los ojos con las manos
-aunque a veces abrimos un par de milímetros los dedos para ver entrecejas-

La vida es una historia de cuerpos en fila
la vida es un desfile de egos mutilados en fila india por las calles grises y húmedas de una ciudad asesina

De una puta ciudad con sus putas calles
con sus putas multitudes
con sus putas células

Los cuerpos son paquetes en venta al por mayor en esas mismas calles

Allí todos tienen un precio
incluso los muertos y sus almas

No así nuestros cuerpos flotantes
no nuestra maldita lengua heredada
no nuestra conciencia semilimpia
aunque efectiva hasta ahora


III


CUERPOS SI

Cuerpos
sólo piel bajo la sombra
sólo huesos bajo el sol

Tocables

Sensibles

Cuerpos como el de la loca de la noche
con marcas de cigarrillos recién apagados
auréolas violáceas

La más loca

Como el vino antiguo
ese que ha vivido siglos escondido en algún lugar

Sombras sin tacto
lo visible de lo invisible
lo que se va
lo que una vez fue nuestro
-perdón quise decir cierto-
lo que no ha sido

Lo que no será

(de sobrevidas, 1989)

ROJO Y NEGRO

Los amaneceres nunca fueron tan distintos

Las siluetas indiferentes
El jazz vacío

Los desconocidos hablando de nuestra basura acumulada

Como el Orgón

Y tu silueta tan ajena
caminando en los horizontes
anaranjados de este Apocalipsis
que signan aún estas horas tan faltas de soporte

Sé y sabemos algunos

Los de la logia

Los de la cofradía

El futuro que nos espera
la diáspora y una lucha por sobrevivir
y tratar de hacer legítimo algo que no para todos lo es

Tus luchas
tus armas precarias
tus placas recordatorias y tan vacías

Tan gastadas
tratando de horadar un muro
tan férreamente construído
que ni tú ni yo desde el más allá
con todas las armas del espíritu
con toda la razón
con todo el espacio y la legitimidad
podríamos intentar construir

Con los que nunca llegaron

Con la frialdad de la traición
también necesaria de conocer

Con el futuro que no existe
pero sabemos vendrá

Aunque tarde
con el amor

Ese desconocido
que nos puso de cabeza
a buscar lo inencontrable

Amado Sueño

Tu espíritu
y yo sabemos
que no hay mejor sueño que aquel que no se cumple

El que nos daría la excusa para continuar

Buscando lo que nunca encontraremos acá

Y la historia que tratamos de construir
pensando que era lo único que nos daba un soporte vital
y justificatorio
sin tener el tiempo
lo que en sí era una aventura segura
sabiendo que el fuego sólo era una excusa

Que no podríamos sostenernos
por el tiempo suficiente

(De Rojo & Negro y adiós a las armas)

UNA FOTOGRAFIA

Tengo una fotografía tuya en mi album familiar
sin embargo sé que uno se convierte en fantasma con los años
desaparecen los gestos
-los aires primero-
luego el rostro se va tornando borroso
y los ojos
Sí
los ojos

Tengo una fotografía tuya oculta en algún sitio
no puedo verla siempre
me pregunto si aún conservas aquellas cejas rectas
tu boca perfecta
tus anchas caderas
tu nariz
tu cadencia

Tengo en algún lejano rincón una imagen tuya
y aunque es cierto me he resistido a dejarla ir
-a dejarte ir-
sé que llegará un momento en que no tendré nada tuyo
ni gestos
ni momentos
ni rastros

Allí habrá terminado todo

(de Vía férrea)

OJOS DE KRIPTONITA

Tu cintura ausente y deleznable
bajo la luz del atardecer a través de la ventana
en ese sur prístino pero terrible

Tu desvergüenza

Tu avaricia o quizá tu audacia

Tu silueta desnuda en la cama
rodeada de sombras tornádose más clara en blanco y negro

Simple como una raya en el mar

Al atardecer de nuestras pesadillas recurrentes

Cuando estamos solos y desarmados frente a nosotros bajo las sábanas

Cuando estamos y no estamos

Cuando no está tu voz ni tu fantasma con ojos de kriptonita

Cuando estamos y no estamos


insisto...

NOS-OTROS II

Nosotros los de entonces
Ya no somos los mismos
(El loco)



Ayer peleamos codo a codo
Contra el mismísimo demonio

Y allí en el campo de batalla
Nos juramos lealtad eterna y sellamos el pacto con sangre

Preferimos la tortura a la derrota
La muerte a retroceder
-a l menos eso nos dijimos entonces-

Hoy nadie sabe qué pasa realmente

Pero algo es seguro

El mañana

Ellos saldrán en la T.V. y se casarán con actrices porno
-en el peor de los casos-

Ellos irán de compras y serán ministros

Analistas de información

Moverán hilos tras las sombras subrepticias
del poder rizopanóptico

Ellos tendrán la sartén por el mango y el mango también


Ellos tendrán lo que quisieron y buscaron
y degustaron

Nosotros moriremos en accidentes «extraños»
Nos enfermaremos de enfermedades que nadie tiene
-excepto los espías-

Nosotros moriremos en asaltos «dudosos»
-como mínimo-

Caeremos como moscas
Desapareceremos en plena época de paz

Uno a uno
imperceptiblemente para algunos

Tendremos lo que nunca quisimos
pero será lo que nosotros nos buscamos

Nos quedaremos en la retina de un Chile que no es

Venderemos libros usados en los persas

Seremos editores marginales

Al rayeo

Al tun tun

(De Rojo y negro: adiós a las armas, 1988)

ZARATUSTRA

Zaratustra también despelleja su rostro frente al espejo

mientras piensa para sus adentrossi quizá todo

hubiese sido mejor al decir no saber quien se era

en esos tiempos tan turbulentos

Observa sorprendido el desfile de espectros sobre el

pavimento buscando al unísono un camino que no es

fácil de distinguir entre penumbras

En su silla de ruedas y entre tanta premura elucida

que sólo los escogidos pueden ver la señal en sus frentes y

sólo ellos se interpretan y reconocen en la oscuridad

como sobrevivientes de algo horrible que nunca debió

pasar tan al sur del mundo

Donde todo era prístino

Zaratustra rompe el espejo

con eso -piensa- nunca sucedió lo que sucedió

LOS MALOS PASOS

Nuestros padres nos mutilaron

la TV. nos mutiló

la dictadura nos mutiló

la vida misma con sus pesadillas nos mutiló

La libertad azarosa y sin gracia nos mutiló

el amor bastardo nos mutiló

la naturaleza humana nos mutiló

Dios y el diablo nos mutilaron alegres -y todavía-

nuestros maestros nos mutilaron

las noticias nos mutilaron

El país y la patria -que no es lo mismo- nos mutilarán

los abogados de derechos humanos un día nos mutilarán

El cerdo de gris

aquel que nos dijo un día que no se movía una hoja sin que él lo supiera

-incluso desde su mediático y futuro ataúd-

algún día también nos mutilará