SELECCION DE LA LOCA HISTORIA DE LA CAROL DAYANA
I
Creo haberte visto en algún sitio
sé que nuestras miradas en algún lugar remoto
se cruzaron por un breve instante
y algo allí quedó archivado
transversalmente
-Las noches en Temuco
son tan peligrosas como en Manhattan, eso yo lo sé
sin embargo, mientras más al sur
los recuerdos de vidas pasadas
son aún más prístinos
y verosímiles-
No fue aquí -por cierto-
pero fue
en medio de alguna multitud de mutantes confundidos
en medio de una turba de transeúntes
de transitorios que no entienden su transitoriedad
sé que tu mirada es de las que te persiguen vida tras vida
aunque no estemos vivos
II
Sí
yo lo sé
una historia es una historia
no puedes pedir otra cosa
las reglas están dadas
la verdad no existe
la libertad no existe
el amor bastardo no existe
en realidad no estoy tan seguro de que nosotros existamos
-o hay un serio problema con el concepto-
Toma tus cosas y busca
vete a la India o al Tíbet y busca
al parecer las cosas son más simples allá
Se miran el ombligo
se pajean con los números y los símbolos
hasta con la frecuencia musical
se autohipnotizan
buscan respuestas en las entrañas de las aves
excepto en las mentes afiebradas de quienes quieren devorarte
buscan allá lo que no existe allá ni acá
Buscan lo que te falta para entender que nada es real
III
La partida nos disparó
a un futuro rasgado y nebuloso
Como caballos alados
lanzados al vacío
en cuyas profundidades
nos esperaban bestias
Siempre estuvimos sedientos de una luz
de un tipo especial de luz
buscábamos morder esa luz
y morder
y morder
masticar algo sólido que nos quitara ese dolor
que se ubica entre los dientes
los oídos y el cerebro
Estábamos presos de los otros
de los otros y sus invenciones
Crecimos en un mundo raro
en donde todo estaba cambiando para peor
en donde las fotos en blanco y negro
eran la moda turgente y peligrosa
consumible y desechable
finita
que esperaba en casa luego de las cinco
En la cama viendo TV
ocultando lo que hay detrás del telón
Yo tuve un don
fui muchas cosas
fui hombre y mujer
ambas me fueron otorgadas por igual como un privilegio
al que sólo los elegidos acceden
Aunque el resto no lo entendería jamás
Aunque me persiguieran día tras día
para llevarme a la hoguera
Aunque me abandonaran a la deriva
de algo insulso y doloroso
y me clavaran las dagas cada segundo
de la misma manera
sin fin
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